jueves, 30 de junio de 2016

Hablemos de la convivencia

Sana Convivencia

 El ser humano es un ser social. Ninguna persona vive absolutamente aislada del resto, ya que la interacción con otros individuos es imprescindible para el bienestar y la salud. Sin embargo, la convivencia no siempre resulta fácil, dado que pueden interferir negativamente ciertas diferencias sociales, culturales o económicas, entre otras muchas posibilidades.
En ciertos países, dados los elevados precios de alquiler de viviendas, los inmigrantes se ven obligados a compartir pisos, y la convivencia entre personas de diferentes nacionalidades puede ser tan enriquecedora como complicada. Sin lugar a dudas, el racismo se encuentra entre los peores ingredientes de una vida en común, y puede acarrear resultados muy lamentables; por otro lado, convivir con una persona cuya nacionalidad tenga connotaciones negativas para nosotros puede convertirse en el mejor camino para entender que generalizar es desperdiciar tiempo y energías, y que un pasaporte no dice mucho acerca de un individuo.
Pero todos los problemas no son tan graves y profundos como el desprecio por una raza; una mera diferencia de horarios puede despertar roces y enfrentamientos que entorpezcan la convivencia. Lo mismo ocurre con los hábitos de limpieza, los gustos musicales y las costumbres culinarias. En el mejor de los casos, siempre es posible llegar a un acuerdo, que cada parte se adapte a las necesidades de las demás para que nadie deba soportar situaciones molestas o hirientes. Si el diálogo no funciona, o si se llega a la conclusión de que un cambio no es posible, entonces el mejor camino es una separación pacífica.



Nos hace crecer y nos proporciona armonía como estudiantes, esta busca organizar ambientes armónicos, coordinados, que los formen en las sanas costumbres evitando la violencia.La sana convivencia los lleva a vivir los valores y les permite desarrollarse como personas, aprender a convivir con los otros, expresarse, dialogar, resolver las diferencias, saber trabajar y solidarizarse.El objetivo de una sana convivencia es que valoremos a los demás y saber que en la escuela tenemos la oportunidad de dar a conocer los valores y costumbres, que aprendimos en nuestro hogar, y que con ellas podemos ser sujetos capaces de compartir con nuestros compañeros, sin utilizar la violencia sino en un ambiente de igualdad y solidaridad.El hombre siempre ha tenido la necesidad de relacionarse con los otros, pero se debe procurar que está sea bajo un ambiente de respeto y dialogo, que nos lleve a mantener el buen trato y el respeto como personas.Un aula o salón de clase es un espacio donde el docente y sus estudiantes aprenden y practican los buenos tratos, la clase debe permitir que tanto los unos como los otros se expresen bajo la atmósfera del respeto, esto hace que conservemos la cordura y el buen proceder ante situaciones que en determinado momento pueden llegar a generar conflictos que dañan la sana convivencia.

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